La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, ante las recomendaciones recogidas en los informes científicos de seguimiento que realiza el Instituto Español de Oceanografía (IEO), ha decretado el cierre del caladero de la chirla del Golfo de Cádiz desde este mes de enero y hasta que la regeneración de la especie permita una extracción sostenible.
Así se lo ha comunicado a los representantes del sector el titular de este departamento del Gobierno andaluz, Rodrigo Sánchez Haro, quien insistió en que la medida se toma “ante la necesidad de preservar la actividad y la especie”. Y es que a pesar de que en el verano pasado se decretó la apertura del caladero -después de otro periodo de cierre- con fuertes medidas de gestión y control y con un llamamiento expreso al compromiso y la sensibilidad del sector, lamentablemente, expuso el consejero, “esas medidas no lograron evitar una nueva disminución acusada de la abundancia de la chirla en las aguas del Golfo de Cádiz, por lo que la única solución es la paralización de la actividad”.
El caladero se mantendrá cerrado hasta que los informes científicos determinen que la población de chirla se ha restablecido totalmente y que es posible reanudar la actividad.
En cuanto a las ayudas previstas, el consejero señaló que se habilitará para la flota afectada una ayuda compatible, además, con la contratación de los marineros por parte de los barcos de otras modalidades, así como con otras prestaciones sociales. También recordó el consejero que solo se pueden conceder a empresas, es decir, a los armadores, y no de manera directa a los tripulantes. Esta circunstancia implica que “debemos contar con la firme voluntad del armador o dueño de los barcos de draga hidráulica de darles a los tripulantes la parte de la ayuda que se establezca”.
