La noche del lunes arrancaba la Sección Oficial de Largometrajes y anoche martes hacía lo mismo la Sección Oficial de Cortometrajes. El primero de los doce pases programados para exhibir los 100 títulos en competición se desarrolló con un patio de butacas lleno, lo que viene a ser la tónica habitual de las últimas ediciones. Una delicia ver a numerosos espectadores disfrutar del mejor cine bajo la Luna.
72%
A un veterano de Islantilla como Lluís Quílez le tocó inaugurar la Sección Oficial. Quílez ya ha sido finalista en este festival en un par de ocasiones. Ahora su nueva propuesta se presenta más onírica que nunca, y más visual también. a falta de agua potable ha cambiado las normas de la sociedad tal y como la conocíamos. Aquellos que todavía no han muerto intentan sobrevivir en un entorno hostil y desolador. Contada a través de la brillante fotografía de Alberto Bañares que ilumina este submundo desértico. El nivel comenzaba bien alto.
9 pasos
El padre de Saúl está harto de que su hijo le despierte cada noche para hacer pis. Esta noche le enseñará a ser un hombre. Escrita y dirigida mano a mano por Marisa Crespo y Moisés Romera, consiguieron mantener en vilo al espectador desde la primera imagen. Inquietante, sin tregua para el espectador que vivía la angustia del joven protagonista de primera mano. El cine de terror tiene sus claves para conectar con el miedo del que se enfrenta a la pantalla. Los dos directores lo saben y las manejan a la perfección.
A drowming man
El primer cortometraje internacional de esta undécima edición llegaba desde Grecia. olo y lejos de casa, The Kid se abre camino a través de una extraña ciudad buscando los medios para superar cada día. Rodeado de depredadores se ve obligado a hacer compromisos para sobrevivir. Mahdi Fleifel nos retrata la vida de su protagonista como si de un náufrago se tratase. Es lo mismo estar a la deriva en alta mar que estarlo perdido en una gran ciudad. La historia de este joven palestino perdido en una urbe Grecia está hecha para agitar las conciencias de los espectadores.
Aaazr
Aazar se encuentra en medio de un viaje a través del gran universo y como destino final tiene el planeta Tierra, ese mundo lleno de color y esperanza que brilla al final del insólito camino de asteroides. Dirigida a múltiples manos por Alberto Rodríguez, Alicia Labourel, Fabián Riquejo, Ignacio Acerenza, José Luis Herrera y Juan González. Con cierto paralelismo o al menos con una estética que nos recuerda a El Principito, nos adentramos en la aventura de la joven protagonista que no encuentra su sitio en la Tierra. El problema es que esta ficción es un reflejo de miles de niños refugiados que viven la misma situación. Un acierto contar esta dura historia desde la belleza de la animación.
Ada
Producida por El Trampoline y escrita por Leticia de Bortoli, el realizador Max Larruy nos narra de forma poética la historia más de violencia de género. Con un magnífico tempo narrativo y una voz en off suave y calmada, asistimos a una huida que no tiene escapatoria. Un acierto el contraste de esa voz dulce y cariñosa con los actos reales del que nos narra “su” historia. Tulio Ferreira firma la oscura fotografía que esta película necesita, Un final que nos deja helados, pero sin perder ni un ápice de elegancia, la misma que el talento de Max Larruy destila por todo su metraje.
Ainhoa
Si hay otro director clásico y habitual del Festival de Islantilla ese es Iván Sáinz-Pardo. Ainhoa tiene 9 años y se ha ido de casa siguiendo un misterioso plan. Un cuento que no busca entretener a los niños, sino depertar a los adultos. Las historias de Sáinz-Pardo suelen estar envueltas en forma de cuento infantil, pero detrás de ellas siempre hay una enorme carga social. En su nuevo trabajo agudiza ambas cosas. Este cortometraje es más cuento que ningún otro de la misma forma que su problema de fondo es más actual que nunca. La pequeña Aurelia Schkarski, protagonista de la cinta, es una estupenda actriz que sabe llevar ella sola el peso de toda la trama. Un gran trabajo.
Äiti
El invierno se acerca mientras una madre y una hija están caminando entre campos ventosos. Tratan de agarrar sus recuerdos pero el tiempo ha cambiado las cosas. Este precioso documental de apenas cinco minutos de duración es una pequeña joya. Desde Finlandia nos llega esta fría historia exterior pero de un tremendo calor humano interior. La directora Jenni Kivistö filma a su propia madre que va perdiendo la memoria. No recuerda casi nada, pero es feliz. Y de eso se trata, de la Felicidad con mayúsculas. Excelente.
“Aprieta pero raramente ahoga”
El desasosiego se apodera de lo que en principio podría parecer una comedia. Nada más lejos de la realidad. El director David P. Sañudo nos lleva por otro terreno lejos de la risa. Daniel, un joven recién licenciado, acude a una entrevista de trabajo. El empleo consiste en pasear al perro de Cosme, un cincuentón adinerado.Adam Jezierski y Fernando Albizu dan vida a los dos protagonistas respectivamente. Ambos están estupendos en sus roles. Jezierski dubitativo y algo sumiso. Y Albizu hablando, o más bien ladrando, con la mirada. ¡Qué grande es Fernando Albizu! No queremos destripar el final de esta historia, pero los espectadores acabaron con un nudo en la garganta que les congeló la sonrisa.
Através de ti
A esta producción brasileña te tocó cerrar la primera noche de cortometrajes a concurso. Diego Tafarel escribe y dirige esta historia que habla sobre la complicidad, la conexión y los descubrimientos. Algunos sentimientos pueden doler y otros no pueden desaparecer. Historia de relaciones. En este mundo nos cruzamos y nos mezclamos, surgiendo pasiones inesperadas. Catharina Conte, Samuel Reginatto y Nicolas Vargas dan vida al trío protagonista. A través de unas aparentes composiciones interpretativas sencillas, los tres actores brasileños consiguen llevarnos de la mano hasta ese irremediable final. Un magnífico fin de fiesta para la noche en la que se inauguraba la ronda de cortometrajes bajo la luz de la Luna.
