Brasil fue el protagonista del primer día de agosto con la proyección de la película número ocho de las doce que componen la Sección Oficial a Concurso. El cine brasileño está representado en esta edición por “O Barco” del director Petrus Cariry. Una bella fábula que mantiene al espectador con los ojos muy abiertos, hipnotizados antes sus cantos de sirena. Una auténtica maravilla.
En un lejano pueblo de pescadores, Esmerina, la mujer de un viejo pescador tiene 26 hijos y el nombre de cada uno de ellos corresponde a una letra del alfabeto. El hijo mayor desea descubrir el mundo más allá del mar. La huida ronda su cabeza desde el primer fotograma al último. Escrita por el propio Petruc Cariry en compañía de Firmino Holanda y Rosemberg Cariry, que nos proponen un cuento sobre unos personajes atrapados en una playa. La fotografía, obra del propio director, es una auténtica obra maestra. Cada plano, cada detalle está fotografiado con un gusto exquisito. Es la mayor baza de este largometraje. Una obra de arte. Brasil hace poesía a través de esta película, a través de la mirada de la Petrus Cariry.
