Los vecinos de Isla Cristina (Huelva) han despedido esta noche de forma anticipada al año 2018, cumpliendo con una tradición iniciada en 2012 que hace que los participantes se coman doce gambas en lugar de doce uvas, una forma de promocionar este producto.
De hecho, es uno de los más importantes que se producen en su lonja cada día, y llevarlos a una fiesta como la de esta noche supone un espaldarazo promocional para que se siga teniendo en cuenta en las mesas españolas en estos días de fiesta.
La actividad responde a la importancia de la lonja de Isla Cristina, la que más en fresco de Andalucía, y uno de sus responsables, Mariano García, ha encontrado en esta actividad una buena oportunidad de promocionar un producto que es la estrella de muchas mesas españolas en estas fechas.
De hecho, la iniciativa partió de su familia, con orígenes marineros, y junto a amigos y todas las personas que han querido sumarse se han reunido en la calle Doctor Fleming del municipio para realizar la despedida del año, con un reloj colocado a tal efecto que ha marcado las doce campanadas al mismo ritmo con que los participantes consumían las gambas.
Mariano García ha explicado a Efe que se trata de una idea que el año pasado no se llevó a cabo, tras incluirla el Ayuntamiento en su calendario de actos navideños, y ahora ha vuelto a sus orígenes, con destino, además, a los fines sociales que llevan a cabo las hermandades de la Soledad y el Martes Santo.
“Se trata de pasar un rato divertido, dar promoción a la gamba y estar con familia y amigos”, explica García, que señala que la idea “nace de la crisis, porque somos una familia que se reunían unas 120 personas en estos días, pero más económico quedar para la fiesta y comerse las gambas de la suerte”.
Con un reloj que ha marcado las doce de la noche a las 21.00 horas se han consumido unas gambas que, lógicamente, han sido peladas previamente con el fin de facilitar la labor para que la fiesta fuese un éxito.
Se trata de una curiosa promoción para la gamba de Isla Cristina, que es uno de los principales productos pesqueros de la localidad y forma parte de la producción de una lonja que cuenta con más de 200 embarcaciones, la mayoría de tipo artesanal, dedicadas a las artes de cerco y arrastre. EFE
