El obispo de Huelva presidirá este jueves en las Agustinas la Octava del Corpus que celebra la Pía Unión del Santísimo Sacramento.
· Una cuidada ceremonia barroca que recupera un acto litúrgico que data del Siglo XVI, en el que se utilizará un palio de mano del Siglo XVIII.
El obispo de Huelva, monseñor José Viaplana Blasco, presidirá en la tarde de este jueves en la Iglesia conventual de las Madres Agustinas los actos religiosos de la Octava del Corpus, que por cuarto año consecutivo se celebran en la capital por la Pía Unión de Adoradores del Santísimo Sacramento siguiendo el ceremonial del Siglo XVI concebido por San Juan de Ribera para el Real Colegio del Patriarca de Valencia. Desde el pasado lunes se ha estado oficiando el triduo, que en su segunda jornada acogió la entrega de medallas a los nuevos adoradores que se han incorporado a la Pía Unión en el último año. El padre Antonio Cózar, capellán del Colegio Tierrallana, ocupó en estos días la sagrada cátedra.
El acto de este jueves comenzará con la Santa Misa y tras la Eucaristía se procederá a la Exposición Mayor y Estación ante el Santísimo Sacramento, y el canto en gregoriano de las Vísperas Eucarísticas, con la intervención de la Agrupación Coral “Sagrada Cena”, dirigida por Emilio Muñoz Jorva.
Seguidamente se realizará la Solemne Procesión Claustral de Exaltación del Santísimo Sacramento, de la que formará parte la comunidad de RR.MM. Agustinas, alumbrando al Señor con libra de cera roja, representación de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, erigida en el templo, siguiendo los hermanos adoradores vistiendo chaqué. Delante del Santísimo, que es portado en la Custodia por el Obispo, y portado bajo palio, figura un grupo de hermanos acólitos que en siete estaciones o paradas que se realizan a lo largo de la nave del templo ofrendan a S.D.M. con incienso y pétalos de rosa. Todo ello enmarcado en un cuidado ritual barroco inspirado en la ceremonia concebida por San Juan de Ribera para el Real Colegio del Patriarca de Valencia en el siglo XVI. Tras la procesión, culmina el acto de culto con la Solemne Bendición y Reserva.
A pesar de tratarse de un culto que se celebra en el interior de la Iglesia, la Pía Unión del Santísimo viene dotándose de un interesante ajuar procesional, donde destacan el guión corporativo, bordado profusamente en oro con motivos eucarísticos, obra del Taller de Santa Barbara, con asta repujada en plata de ley por el Taller de Hermanos Delgado López, en el que llama la atención el remate con la cruz del báculo de San Juan Pablo II. Otra curiosidad son las varas de presidencia, también realizadas en plata por los Hermanos Delgado, en número de dos, dado que quien realmente preside el cortejo es Jesús Sacramentado. Para este año se estrenarán dos incensarios y una naveta en plata, ricamente cincelados, obra del mismo taller. Su diseño, como todo el ajuar citado, es obra de José Delgado.
Del mismo modo, se utilizará por primera vez un palio de mano de finales del siglo XVIII, con bordados en oro, plata y sedas, adquirido a un anticuario de Marchena, y que ha sido restaurado y pasado a un nuevo soporte de mayor calidad. A estas piezas cabe añadir, los interesantes elementos litúrgicos que cede para tal ocasión la Comunidad de RR.MM. Agustinas, como el frente de altar, o juego de dalmáticas y capa pluvial, con bordados en oro y sedas, o la propia custodia del V Centenario del Convento, realizada por el orfebre Juan Borrero. Se trata, por tanto, de un acto íntimo y solemne, ofrecido como homenaje al Santísimo Sacramento, que merece ser conocido.
Sobre la Octava del Corpus de San Juan de Ribera
El sacerdote y periodista Antonio Díaz Tortajada, con respecto a la ceremonia de la Octava del Corpus del Patriarca de Valencia, escribe que “la primera celebración tuvo efecto en 1605 y ya entonces Juan de Rivera dejó ordenada su voluntad de que “continúe en adelante, como lo hemos dispuesto en la Consueta (libro de ceremonias) que dejamos para regimiento de la sacristía”. Y así se cumple sin excepción año tras año. Desde la limpieza exhaustiva de toda ella, objetos de culto y ornamentos, hasta el ornato de altares con sus ricos manteles y hermosos frontales damascados”.
Y explica que “son sus actos principales: la “misa conventual”, el “Ofrecimiento de Ramos al Santísimo” por doce sacerdotes y el “Canto de Alabados”, por la mañana a partir de las 10 horas. Y la “procesión vespertina” por el claustro del Colegio, “Reserva” y canto de las “Letanías al Santísimo Sacramento”, por la tarde a partir de las 19,45”.
Según el sacerdote y periodista Antonio Díaz Tortajada “San Juan de Ribera se inspiró en la Biblia para diseñar estos actos, cuyo simbolismo revela el propio santo: Los de la mañana “responden a la suprema veneración que se debe a la infinita Majestad, acordándonos de la que Dios Nuestro Señor ordenó a Moisés después de fabricarle un altar. Que doce personas, una de cada tribu, le ofreciese gratitud ante este altar; como símbolo de la que se debía hacer en el altar de la nueva Ley en que se ofrece la Carne y Sangre de Cristo Ntro. Redentor”. Mientras que la procesión de la tarde es “a imitación de la del Rey David con el Arca del Testamento”, incluidas las danzas ante el Santísimo durante su recorrido, interpretadas por niños danzantes del Conservatorio Profesional con acompañamiento de cantantes y músicos. Es una tradición que permite hoy admirar completo el Corpus del Patriarca tal como él lo diseñó y vivió”.
Y, finalmente, pone de manifiesto que se trata de “una fiesta que es única en el mundo católico con todos los privilegios pontificios. Asombro de quienes la contemplan por vez primera y admiración inagotable de cuantos acuden cada año. En ella desahogaba el Patriarca Ribera su incomparable devoción eucarística en la intimidad de su Colegio; rodeado de sus más allegados colaboradores, después de cumplidas sus obligaciones como arzobispo presidiendo el Corpus de la catedral. Es por esta razón que sólo forman parte en la procesión de la tarde los rectores de la institución, seminaristas becarios, capellanes y acólitos de la Capilla, más los religiosos capuchinos de la Preciosísima Sangre, orden religiosa por él fundada. No obstante, para todos los devotos del Santísimo Sacramento que acudieran a presenciarla, el Patriarca les guardó en su Iglesia un perpetuo recuerdo de agradecimiento en las oraciones del día siguiente a la fiesta con esta anotación: “Que todos los años se diga aniversario otro día después del octavario del Santísimo Sacramento, por todos los que hubieren sido y fueren devotos de este admirable misterio”.
Sobre la Pía Unión del Santísimo Sacramento
La Pía Unión del Santísimo Sacramento se constituyó como Asociación Privada de Fieles el 12 de enero del 2015 y sus estatutos fueron aprobados por el Obispado de Huelva el 9 de abril del mismo año. El propio Obispo de Huelva daba cuenta de que “un grupo de personas, reunidas en asamblea el doce de enero de dos mil quince en la iglesia parroquial de la Purísima Concepción de Huelva, acordaron constituir una Asociación de Fieles, bajo la denominación de “Pía Unión del Santísimo Sacramento”, con el fin de fomentar entre los fieles la devoción eucarística y la adoración al Santísimo Sacramento del Altar. Con el asesoramiento del Delegado Diocesano de Asociaciones Eucarísticas, Diego Capado Quintana, y representados por José Eduardo Miralles Fedriani, nos han solicitado la erección canónica de una asociación privada de fieles, bajo dicha denominación, y la aprobación de unos estatutos por los que ha de regirse, proponiendo como sede y lugar de adoración la Iglesia del Monasterio de Santa María de Gracia, de MM. Agustinas, de Huelva”. Y concluye en su escrito que “teniendo en cuenta la finalidad que se propone; que los Estatutos presentados concuerdan con la legislación canónica y con las normas diocesanas; y que cuentan con la autorización de la Priora de las MM. Agustinas, por las presentes erigimos en la Iglesia Conventual de Santa María de Gracia, de Huelva la Asociación Privada de fieles, con personalidad jurídica, denominada “Pía Unión del Santísimo Sacramento”.
